Es impresionante, por no decir abismante, observar como esta Organización pública permanece de pie, a pesar, de los ataques constantes que lanzan los defensores del neoliberalismo ortodoxo, por un lado, sin embargo, y aunque parezca contradictorio los defensores del socialismo ortodoxo también le atacan de forma implacable, como dijera un amigo: “Los extremos son peligrosos”, y lo peor es que ambos causan el mismo daño.
En las filas del INPSASEL, han existido, invaluables trabajadores, que han dado todo por la Institución, hasta llegar a un momento de ser sembrados contradictoriamente por la misma Institución, como es el caso particular de la inolvidable María Alejandra Bolívar Díaz, mujer aguerrida y con los ovarios bien puestos.
Aun la recordamos, tan sincera, tan sensible, tan tenaz pero sobre todo tan comprometida con esa clase trabajadora no solo del INPSASEL sino con esa clase trabajadora fuera de las fronteras del INPSASEL.
María inspiraba, era como una droga adictiva para hacerte entender que valía la pena formar a los trabajadores para la defensa y mejora de sus condiciones de trabajo en sus centros laborales.
En aquellos tiempos parecía que el INPSASEL tenía un sur, galopaba incesante hacia su crecimiento indetenible e inexorable, había una lucha incansable, constante, aguerrida y perceptible en contra de todos aquellos patronos tanto privados como públicos, transgresores de la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (LOPCyMAT) que ponían en riesgo la salud y la vida de sus trabajadores, por cierto… aún lo hacen, ante la mirada indiferente del ente gestor y el rector.
En la actualidad, es triste ver como el accionar de la Institución ha sido reducida a su mínima expresión, no se sabe por quién, o por quienes, todos tenemos una impresión, una intuición o tal vez una percepción extrasensorial, de que algún sector de los más apátridas que pueda existir en el país, tal vez disfrazados de caperucita roja, pero que en el fondo son el lobo feroz, han montado un plan que parece que lleva su curso desde hace más de cuatro años.
Pensemos un momento: ¿Qué sector realizó este plan macabro? Pareciera ser que es un sector simbiótico de estos ortodoxos que piensa tener la razón en todo, y que creen tener la verdad absoluta de como se debe manejar una Institución, ciertamente en la teoría porque en la praxis son un total y rotundo fiasco y fracaso.
Este sector, que no se sabe si es rojo, o blanco, o verde, o el ala derecha de la izquierda, simbiótico, pero que ha demostrado que uno de sus principios fundamentales es atizar el burocratismo, ha originado un profundo daño dentro y fuera del INPSASEL inclusive dándose cuenta que han herido realmente a la Revolución Bolivariana, porque los trabajadores de nuestro país han dejado de creer en el INPSASEL, por ende, y en consecuencia y como resultado de esto, dudan de la Revolución.
Esto es sólo una muestra de lo que acontece, seguramente en muchas instituciones públicas, en donde sectores rancios, grupúsculos con mucho poder que se apoderan de las Organizaciones, no con el fin de renovarlas sino más bien con el fin de desaparecerlas, sin darse cuenta que al borrarlas, borran lentamente a la Revolución Bolivariana con el Socialismo Venezolano.
El INPSASEL se encuentra al borde de la extinción, le doblaron el brazo, le partieron los tobillos y luego lo lapidaron, que insensatez tan grande la del sector de los simbióticos, socialistas que no son socialistas, opositores que no son opositores, son una gran contradicción en sí mismos, no son ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario, como decía Cantinflas: ¡ahí está el detalle!. Tal vez fanáticos ausentes de salud mental.
Parece increíble que el INPSASEL aun se sostenga, sus muletas son los propios trabajadores de la Institución, aunque algunos han sido indiferentes, otros luchan desde distintas trincheras a lo largo y ancho de la extensión geográfica venezolana para no solo impulsar sino reimpulsar la Institución.
Es inaudito e inadmisible lo que pasa dentro de nuestro querido INPSASEL, falta de todo, desde papel higiénico hasta hojas y bolígrafos, material de oficina en general, y por otra parte los centros de trabajo del INPSASEL se caen a pedazos por falta de mantenimiento predictivo, preventivo y correctivo, evidenciando así, las profundas y muy evidentes fallas gerenciales que existen dentro de la Institución, que por cierto es manejada a control remoto desde el despacho del Viceministerio de Seguridad Social, como dijera el Quijote: “Cosas veredes, amigo Sancho.”
¿Qué pasará en las elecciones municipales en Diciembre de 2013? lo más probable es que el mapa político no se tiña de rojo y que el pueblo Revolucionario que soporta en sus hombros el peso de la insatisfacción por falta de respuesta, haga un pase de factura cobrando las carencias que existen en la actualidad, que si bien es cierto, que la derecha apátrida tiene sus manos metidas en la desestabilización económica y alimentaria, no menos cierto es, que le ha faltado coraje a nuestros máximos representantes del Poder Ejecutivo para darle un parado contundente a la vertiginosa, indetenible e imparable desestabilización económica y alimentaria que día a día afecta el presupuesto de miles de familias venezolanas.
No faltará quién no esté de acuerdo con estas palabras, pero no faltará también quién coincida con la realidad, no se puede tapar el sol con un dedo, no vamos a evocar ninguna frase de Gramci, Lenin, Marx, Engels, Bolívar, Trotsky, Dalái Lama o Martín Luther King, etc., etc., sin embargo, decía un personaje ilustre de la historia contemporánea venezolana, el compañero Mauro de Catia: “Mis saludos y respeto a todos los que piensan como yo, a los que piensan diferente y a los que no piensan, que cada día son menos”.
¡Cómo haces falta Chávez! En mala hora te nos fuiste, no sabíamos lo que teníamos hasta que lo perdimos colectivamente, en que atolladero económico, político y social estamos metiéndonos, hay una bomba de tiempo constante y permanente, que se activó desde el momento de tu partida, cerramos los ojos y escuchamos el tic tac, tic tac, tic tac y el ambiente huele a estallido social aupado por la derecha, rancia y apátrida pero ante el oído sordo de la burocracia Bolivariana.
En el Gobierno en general se necesita más contundencia, más valentía, más compromiso, más niveles gerenciales efectivos, más patriotismo, más firmeza, más constancia, cero ineficiencia, cero amiguismos, cero prebendas, cero nepotismo.
El pueblo es sabio y paciente, los trabajadores son sabios y pacientes, lo que no somos es pendejos, basta ya de seguirle el jueguito a la derecha y vamos a trabajar por la Patria, por Instituciones como el Inpsasel que día a día lucha junto a sus trabajadores por no extinguirse y si la naturaleza, los extremistas, los simbióticos o el ala derecha de la izquierda se oponen entonces nosotros los trabajadores de distintos géneros, raza, condición social, sin distinción alguna lucharemos y haremos que nos obedezcan.
FUENTE: APORREA.ORG. MOVIMIENTO CLASISTA NACIONAL DE INPSASEL
